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A modo de presentación

Amo todo aquello que me hace sentir. Amo el negro y el blanco, que simbolizan el todo y la ausencia. Lo infausto y lo bueno Porque el equilibrio de ambos, reconcilia mis fracciones. Amo la vida y la muerte, porque ambas me advierten que vivo. A los amigos y enemigos, Pues lisonjas y desdenes me hacen componer mi existencia. El amor y el desamor, porque agitan mis sentimientos, y por ellos, entiendo que soy, que existo. Es la disparidad de la vida, que me hace advertir lo intrínseco de mi ser.

Zahir.-


Y es evidente que un día hemos de irnos, morirán sin remedio nuestras neuronas, pero quedarán nuestros pensamientos, como huella labrada en la mente de quienes nos conocieron. Más allá de lo que fuimos permanecerá lo que meditamos y compartimos. Nuestra identidad se hace real en nuestros pensamientos. Podrán olvidar nuestros nombres, o no recordar dónde vivimos, Seremos, entonces, solo aquello que hoy transmitimos.


Zahir.-


Búscame si me necesitas, pensarás que no estoy, pero sentirás que sigo ahí.



Zahir.


martes, 29 de marzo de 2011

DOCE AÑOS DESPUES

Era un joven que había decidido seguir la vía de la evolución interior. Acudió a un maestro y le preguntó:
--Guruji, ¿qué instrucción debo seguir para hallar la verdad, para alcanzar la más alta sabiduría?
El maestro le dijo:
--He aquí, todo lo que yo puedo decirte: todo es el Ser, la Conciencia Pura. De la misma manera que el agua se convierte en hielo, el Ser adopta todas las formas del universo. No hay nada excepto el Ser.
Tú eres el Ser. Reconoce que eres el Ser y habrás alcanzado la verdad, la más alta sabiduría.
El aspirante no se sintió satisfecho. Dijo:
--¿Eso es todo? ¿No puedes decirme algo más?
--Tal es toda mi enseñanza -aseveró el maestro-. No puedo brindarte otra instrucción.
El joven se sentía muy decepcionado, pues esperaba que el maestro le hubiese facilitado una instrucción secreta y algunas técnicas muy especiales, incluso un misterioso mantra.
Pero como realmente era un buscador genuino, aunque todavía muy ignorante, se dirigió a otro maestro y le pidió instrucción mística. Este segundo maestro dijo:
--No dudaré en proporcionártela, pero antes debes servirme durante doce años. Tendrás que trabajar muy duramente en mi ashram "comunidad espiritual"
 Por cierto, hay un trabajo ahora disponible. Se trata de recoger estiércol de búfalo.
Durante doce años, el joven trabajó en tan ingrata tarea. Por fin llegó el día en que se había cumplido el tiempo establecido por el maestro.
Habían pasado doce años; doce años recogiendo estiércol de búfalo. Se dirigió al maestro y le dijo:
--Maestro, ya no soy tan joven como era. El tiempo ha transcurrido. Han pasado una docena de años. Por favor, entrégame ahora la instrucción.
El maestro sonrió. Parsimoniosa y amorosamente, colocó una de sus manos sobre el hombro del paciente discípulo, que despedía un rancio olor a estiércol. Declaró:
--Toma buena nota. Mi enseñanza es que todo es el Ser. Es el Ser el que se manifiesta en todas las formas del universo. Tú eres el Ser.
Espiritualmente maduro, al punto el discípulo comprendió la enseñanza y obtuvo iluminación. Pero cuando pasaron unos momentos y reaccionó, dijo:
--Me desconcierta, maestro, que tú me hayas dado la misma enseñanza que otro maestro que conocí hace doce años. ¿Por qué habrá sido?

--Simplemente, porque la verdad no cambia en doce años, tu actitud ante ella, sí.


*El Maestro dice: Cuando estás espiritualmente preparado, hasta contemplar una hoja que se desprende del árbol puede abrirte a la verdad.

101 Cuentos clásicos de la India

NI TU NI YO SOMOS LOS MISMOS

El Buda fue el hombre más despierto de su época. Nadie como él comprendió el sufrimiento humano y desarrolló la benevolencia y la compasión. Entre sus primos, se encontraba el perverso Devadatta, siempre celoso del maestro y empeñado en desacreditarlo e incluso dispuesto a matarlo.

Cierto día que el Buda estaba paseando tranquilamente, Devadatta, a su paso, le arrojó una pesada roca desde la cima de una colina, con la intención de acabar con su vida. Sin embargo, la roca sólo cayó al lado del Buda y Devadatta no pudo conseguir su objetivo. El Buda se dio cuenta de lo sucedido permaneció impasible, sin perder la sonrisa de los labios.
Días después, el Buda se cruzó con su primo y lo saludó afectuosamente.
Muy sorprendido, Devadatta preguntó:
--¿No estás enfadado, señor?
--No, claro que no.
Sin salir de su asombro, inquirió:
--¿Por qué?
Y el Buda dijo:

 
--Porque ni tú eres ya el que arrojó la roca, ni yo soy ya el que estaba allí cuando me fue arrojada.


*El Maestro dice: Para el que sabe ver, todo es transitorio: para el que sabe amar, todo es perdonable.

101 Cuentos clásicos de la India

sábado, 26 de marzo de 2011

TORMENTO


¿Qué irracional motivo nos aferra a la aflicción?
¿Qué fluye de la fuente del padecimiento, que nos embriaga y nos ciega?
¿Qué elixir dulce anhelamos de donde solo mana amargura?
¿Acaso es lo imposible el fin de nuestra existencia?
A veces nos envuelve el amor en tramas de desequilibrio,
y tornando en irracionales actos nuestra vida,
profanamos contra nosotros mismos
en manos de la persona equívocamente amada.

Zahir.-

TUYONOSOTROS


-Deseo que tu cuerpo deje de ser tu cuerpo y sea una extensión del mío, porque así yo seré también una extensión del tuyo.



-Deseo que seas mía, así yo también seré tuyo, porque solo pertenecemos a aquello que forma parte de nosotros mismos.



-Deseo que tu pensamiento esté en mí, como el mío en ti, porque siendo un mismo pensamiento gozaremos de un mismo sentimiento.



-Deseo que me ames como te amas a ti misma, porque yo te amo como si fueras yo.



-Deseo que nunca dejemos de ser quienes somos, sino que seamos un mismo ser en dos seres distintos.



-Deseo que seas plena, total, independiente, ajena a mí, y siendo así, sintamos la misma esencia de amor mutuo.



-Deseo que seas libre, porque yo lo soy, solo amándonos en libertad se crea la solidez de nuestra unión.



-Deseo que seas tu, deseo ser yo, que se funda nuestra plenitud en la creación del Nosotros.



Te Amo porque me Amo, y amándote es el mejor bien que me hago.



Zahir.-




El SIDA y el reloj humano de arena. Cada 10 minutos muere una presona de SIDA