Yo, que siempre he dicho que cada uno se va cuando realmente está preparado para irse, cuando ha evolucionado y aprendido lo que tenia que aprender en esta vida, que cuando llegue el día, estaremos preparados porque para eso hemos nacido. Siempre he dicho que uno viene a cumplir una meta en la vida, y que si no se cumple, se repite asignatura en otra vida posterior, hasta que aprendamos lo que vinimos a aprender, que todos somos parte del creador.
Pues bien, esta tarde ha sonado el teléfono, era una llamada del hospital, hace 10 días que me hice unos análisis de PSA (antígeno prostático específico), vamos, para ver si tengo cáncer de próstata, junto con otros de menor importancia, y tardarían 20 días en llegar los resultados. Una vez hecha la exploración pertinente, en la que el médico me dijo que la próstata estaba normal, es decir, no inflamada, solo restaba esperar el resultado de los análisis confirmando dicha exploración.
Y en eso estaba, tranquilamente en mi casa, cuando, como decía, sonó el teléfono:
-buenas tardes, ¿es usted D. Fulanito de tal?-
-si, soy yo-
-le llamamos del hospital xxxxxxx para decirle que tiene cita con el urólogo el lunes a las 10 de la mañana (y hoy es jueves), le han adelantado la cita-. (Eso significaba que habían adelantado la cita casi 15 días antes de lo previsto y a solo 10 días después de los análisis, que se suponían tardarían 20).
-Vale..., muchas gracias-
Y al segundo siguiente de cortar el teléfono, me viene la pregunta:
-¿¿¿Y por qué???-
-¿¿¿Qué habrá pasado???-
-¿¿¿Habrá salido alterada la PSA???-
-¡¡Claro, es lógico, si no, no me harían llamado!!!, porque los demás análisis no eran urgentes, vamos, que eran importantes, pero no vitales, por lo que, aun estando alterados, tampoco era necesario adelantar la cita.
-¡¡Joder, va a ser la PSA, claro ¿por qué si no me iba a adelantar la cita?, si está todo bien no es necesario adelantar nada ¿no?-
-¡¡Me cago en la puta!! ¿Qué coño hago?, ¡¡dios mío, que no sea la PSA!!, ¿y por qué coño te iban a llamar entonces, joder?-.
Me acuerdo de que tengo una amiga trabajando en ese momento en el hospital,
-¿Será casualidad que esté trabajando hoy, precisamente?, porque hoy le tocaba librar y le pidieron que fuera, ¡joder, que casualidad ¿no?, bufff!. Yo no creo en las casualidades-.
-¿Qué hago, la llamo y le digo que mire los resultados? Es que no sé si quiero saberlo, porque de estar alterados, me vuelvo loco hasta el lunes, y si no sé si lo están, me vuelvo loco hasta el lunes, ¿qué hago? No quiero saberlo, pero es que así no puedo estar, que me va a dar un infarto ¿qué hago? ¡¡que raro que me adelantaran la cita!, es que no es normal!!. Voy a llamarla, a ver que me aconseja que haga, si mirarlos ahora o esperar al lunes-.
Mi amiga me dice que va a mirarlos, y que si yo no sé si quiero saber el resultado, ella no sabrá entonces si quiere decírmelo (irónica que es).
-Venga, si los vas a mirar me lo dices, claro, ¿qué voy a hacer? No voy a esperar al lunes, si tu lo vas a saber, yo sabré lo que vas a saber, porque te conozco, míralo y llámame-.
Me dice que está dando la guardia y que me llama cuando llegue a casa, que va a mirarlos. Agonía..., agonía..., agonía... A los diez minutos suena el teléfono otra vez, es mi amiga desde el hospital. ¿Quiero oírla? Bufffff, ¡¡venga, va!!
-Dime- No digo nada más, ella es la que habla
-Mejor saberlo ahora, porque no tienes nada, los parámetros están normales-.
-Buffffffffffffff ¡¡joder tía, gracias!! Me has quitado una angustia de encima. Bueno, llámame cuando llegues a casa, que estás a punto de salir. Un besote, gracias, que te quiero mucho-.
Y yo, aun con la angustia en el cuerpo, ¡¡Me cago en to lo que se menea!!. Vale que está bien que te adelanten una cita cuando se trata de una consulta médica, pero cuando esperas unos resultados importantes, y te adelantan la cita sin decirte nada más, cuando tienes que estar varios días esperando una razón, un por qué..., en la más completa incertidumbre... No tengo nada, pero si llego a tener algo, esos días serían los más largos y angustiosos para mi, hoy he comprendido la agonía que se siente por la incertidumbre de no saber que será de tu vida, o lo que es peor, la certeza de que te queda poco de vida. Yo he tenido la suerte de saber desde hoy mismo que no tengo nada, pero ¿y las personas que no cuentan, como yo, con una amiga que te saca de la duda? ¿cómo viven esas personas esos días de angustia por lo que pueda ocurrir? Además, tratándose de algo tan ilógico (si está todo bien, no te adelantan una cita por que si). Bueno, que me alegro de tener una Amiga, que si no...., no sé si llego al lunes.
Zahir.-
P.D.: Sigo sin creer en las casualidades,mi amiga estaba ahí, para que yo supiera el resultado de los análisis hoy mismo y no vivir angustiado durante cuatro días. Nada ocurre porque si. ¡Gracias Padre!
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