en cônfessiônis

Desde siempre, le he dado vueltas a la cabeza pensando en la entrega que, de si mismos, hacen algunas personas hacia los demás. Héroes, valientes, mártires, personas que entregan su vida, no solamente en el sentido de perderla con la muerte, sino que durante toda ella, la dedican al bienestar de los demás, en el más amplio sentido de la palabra, durante 24 horas al día todos los días de su vida.
El caso que más me ha llamado siempre la atención, es el de Jesús de Nazaret. ¿Existió? Dirán algunos pocos, bueno, yo me remito a lo que dicen los escritos de la época corroborados por fuentes no cristianas consideradas fiables (Tácito, Flavio Josefo), no solo me someto a lo descrito en la Biblia y en el Islam, en el cual se le conoce con el nombre de Isa; según el Corán fue uno de los profetas más queridos por Dios, Los árabes cristianos se refieren a él como Yasu` al-Masīh o `Īsā al-Masīh. Los judios le llaman Yeshu, en varios manuscritos del Talmud de Babilonia aparece con el sobrenombre "ha-Notztri", que puede significar "el Nazareno".

Fuera como fuera, existió ese ser humano que entregó toda su vida y todo un sacrificio, incluso su muerte, movido por su amor al prójimo, y convencido totalmente de que con ello, el resto de los seres humanos vivirían mejor y alcanzarían la gloria divina, alguien que se dejó matar por el bien de la humanidad, por el bien de aquellos que le amaban y también por el de aquellos que le odiaban. Alguien que dedicó toda su vida a predicar, ejercer, y motivar el amor entre los hombres, dandonos ejemplo con su servicio y entrega a los demás sin ningún tipo de distinciones.

Se enfrentó a la mayoría de sus coetáneos, incluso a las autoridades judías y romanas de la época, todo, por defender la igualdad, el amor, y el perdón entre los hombres.
Alguien así, que soporta un sacrificio de torturas, y que entrega su vida, en una muerte horrible, con el único convencimiento de que con ello hace un bien a la humanidad, sea o no el hijo de Dios, merece todo mi respeto y admiración, aunque él estuviera equivocado, aunque fuera un "loco", evidentemente algo ya ha conseguido, seguir vivo en la mente y el corazón de quienes valoramos a las buenas personas, dándonos ejemplo de vida y entrega a los demás.
Un ser asi, merece toda mi admiración y respeto, fuera quien fuera, porque vivió y murió con el convencimiento de que sacrificándose y muriendo, me haría un favor a mi.

No puedo por más, que estarle agradecido por lo infinito de su amor.

Ah, y no soy ni católico, ni apostólico, ni romano, solo soy alguien que quiere hacer un reconocimiento público de enorme agradecimiento hacia el amor fraterno y profundo de otra persona llamada Jesús de Nazaret, Yeshúa, Isa, Yesu, Ieshuá (ישׁוע, Yēšûaʿ), Ιησους (Iesous). El mismo nombre, en diferentes idiomas, para definir un solo corazón, algo que realmente fué unico, su AMOR al prójimo.

GRACIAS.

Zahir.-